sábado, 30 de marzo de 2013

ME FALLARON (Por Elena Rios)


Cierto día Jesús estaba próximo a ser traicionado por su mejor amigo.  Aunque lo sabía y podía evitarlo, le dio la oportunidad de escoger su destino.  La traición de su amigo lo llevo a vivir momentos de terrible dolor.  Pero el resultado fue que al final pudo salvar el resto de la humanidad.  Es posible que tu también estés viviendo esta terrible experiencia de ser traicionado por los que un día dijeron amarte.  Ese amigo que te dijo “cuenta conmigo para lo que sea”, ese gran amor que juro que te amaba y a la menor excusa se alejo y te abandono.  Esa persona que te dijo “estoy a la orden siempre”  pero el día que necesitabas ni el teléfono contestó.  Ese padre que te dijo que a tu hijo no le iba a faltar nada, pero ni los alimentos le suple.  Esa amiga con la que contabas y no hizo nada cuando te criticaban, cuando te desacreditaban, cuanto te insultaban.  Ese familiar que pudiendo ayudar, te dio la espalda y te dejo solo cuando lo necesitabas.  Esa persona que no te presto el dinero urgente que te podía sacar de un gran problema.

HOY TE DIGO que no te preocupes si eres traicionado por los que un dia dijeron amarte.  Al final te espera un desenlace y una victoria espectacular para ti y para muchos que ni siquiera conoces.  Soporta el dolor y mañana serás catalogado como un gran triunfador.  Recuerda:  los procesos de Dios no son para derrotarte, sino para darte una gran victoria y asombrar a todos los que una vez te fallaron. 

EL FRIO DEL FINAL (por Elena Rios)


Alguna vez has sentido que se acerca el final de algo en tu vida que no quisieras que ocurriera.  Sientes un frio en el alma porque sabes que se acerca el final, y nada de lo que hagas puede cambiar las cosas.  Analizas y piensas como puedes cambiar la historia, pero ya no depende de ti.  Así se sentía Jesús cuando estaba en Getsemaní.  Aunque andaba con sus discípulos sabia que a la hora de la verdad iba a estar completamente solo.  En el proceso se fue a orar y sentía una tristeza profunda.  Le pedía a Dios el padre que lo librara de ese sufrimiento, pero que quería hacer su voluntad.  Todos durmiendo y él seguía orando.  Sentía que moría de dolor.  Sabía que era duro lo que venía y que era difícil de soportar.  Oro una y otra vez pidiendo fuerzas para lo que iba a enfrentar.  Finalmente, se da cuenta que era hora de que lo entregaran y no pudo evitar sentir el frio del final.

HOY TE DIGO que es posible que en tu vida estés sintiendo el frio del final.  Esa relación que llega a su fin, esa enfermedad que te amenaza, esa decisión difícil que tienes que tomar, ese duro momento que quisieras evitar.  Vas a sentir el frio del final.  Pero clama a Dios, llénate de valor y acepta hacer su voluntad.  Pasaras el duro proceso, pero sabes que al final Dios te recompensara con grandes victorias.  Jesús sintió el frio del final pero se sometió y vivió una experiencia que cambio la historia de la humanidad cuando resucito al tercer día. Tu también vivirás para contarlo.