domingo, 10 de junio de 2012

CUIDADO CON LOS CELOS


Hubo dos jóvenes hermanos que un dia decidieron demostrar su agradecimiento a Dios.  Le llevaron una ofrenda a Dios.  Uno le llevo lo mejor que tenia y se lo entregó a Dios y le agradó mucho.  Pero la ofrenda del otro no fue lo mejor y a Dios no le agradó tanto.  Entonces este se molestó y se fue muy enojado.  Dios le dice:Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo”.   Salieron al campo un día y Caín mató a Abel.  Dos hermanos, dos formas de agradar a Dios.  Pero los celos de uno calaron fuerte en su mente y lo llevó a acabar con su hermano (Éxodo 4).  Lamentablemente, esto sucede todos los días.  No lo digo en sentido literal, aunque también ocurre.  Los celos por los ministerios, los celos por la unción, los celos por las bendiciones, los celos por el liderato.  Si haces lo bueno, le vas a agradar a Dios tanto como tu hermano y los celos no son necesarios.  Pero si no haces las cosas correctamente, el desenlace nunca es bueno.  Ten cuidado con los celos, nunca te llevan a nada bueno.  Si no logras dominarlos te acechan como fiera, te atrapan y acaban contigo.

HOY TE DIGO que nuestra ofrenda a Dios puede molestarle a otros.  Pero de todas maneras tienes que darle lo mejor a Dios.  Esto provocará que el mismo diablo se enoje e intente acabar con tu ministerio, con tus dones o con tu unción.  Pero a ti te toca hacer lo bueno que agrade a Dios.   Cualquiera que tenga celos por la forma en que tu adoras, en que tu cantas, en que tu oras o ministras, tendrán que verse de frente con un Dios vivo a darle las explicaciones necesarios del porque no sabe controlar sus celos.  Nunca permitas que los celos traigan maldición a tu vida. Tenemos que saber dominar nuestros deseos o estos nos traerán maldición.

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