Llevas una vida normal, rutinaria, aburrida y sedentaria. De repente ocurren cambios drásticos en tu vida que no sabes como sobre llevarlos. Te preguntas y ahora que hago. No sabes como enfrentar la situación, que decisión tomar, hacia donde coger. De repente te quedas sin trabajo, te mudas de casa, te separas, te divorcias, te enfermas, caes en el hospital, tienes crisis financieras, te chocan el carro, se te esviela el motor. Algo ocurre que tu vida da un giro repentino y pierdes tu norte . Pero lo bueno de lo malo es que pasa, es temporero, se acaba. De repente aparece Dios a socorrerte, tus súplicas llegan a El, y te enseña el camino por donde debes ir. En Josué 3 habla de cuando el pueblo de Israel llegó frente a el Jordán. Me imagino que pensarían aquí nos chavamos, no hay paso , al frente está el Jordán pero atrás nos persiguen. Cuando se creían que estaban sin salida, Dios le habla a Josué y le dice: "Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo". Todos sabemos lo que pasó cuando siguió las instrucciones de Dios y sus especificaciones, encontró la salida. Cruzaron el Jordán, llegaron al otro lado ilesos, y sus perseguidores perecieron ahogados allí. Lo que parecía que no tenía salida, lo que humanamente era imposible, lo que parecía su derrota, se convirtió en su gran victoria, la que a través de los siglos todavía se comenta. Lo mismo hará Dios contigo. Esos cambios drásticos que te tienen acorralado, sin salida, sin solución humana posible, son los que Dios ha permitido para engrandecerte ante los ojos de los demás. Si te sientes sin salida, estas a punto de ver tu gran victoria y ser engrandecido ante los ojos de los demás para tu asombro y el de ellos.
HOY TE DIGO que a veces Dios permite cambios drásticos en tu vida, te asustas y atemorizas, y piensas que de esta no sales. Cada cambio Dios lo permite con el propósito de engrandecerte, de descubrirte, de sacar ese talento oculto que tienes, y para activar tu confianza en El. Los cambios drásticos tienen el resultado de elevarte a un nivel de gloria, a un nivel de victoria jamás alcanzado, a sacarte del anonimato. En el justo momento que te encuentres sin salida Dios abrirá el Jordán y pasarás ileso al otro lado. Serás engrandecido por Dios, todos hablarán de ti, te admirarán. Esos cambios drásticos no vienen a destruirte, sino a elevarte, no vienen a derrotarte sino a que salgas victorioso, no vienen a opacarte o a silenciarte, vienen a sacarte del anonimato. Desde hoy toda situación negativa cesa, porque Dios empieza a engrandecerte.
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