A
nuestras vidas llegan tormentas que amenazan con hundirnos y nos asustamos y
atemorizamos. Solo podemos ver que el
fuerte viento nos azota y que la barca amenaza con hundirse y no hay nada que
podamos hacer. En medio de la turbación no
vemos ninguna ayuda y si divisamos algo de lejos pensamos que no es real. Así fue el caso de los discípulos de Jesús
que estaban en una barca (Marcos 6:45). La
multitud seguía a Jesús y en un momento dado, le dice a los discípulos que se
vayan en la barca en lo que El despide a la gente. Ellos se fueron y Jesús se quedó orando. Por la noche los ve remando y el viento era
muy fuerte ya que les azotaba una tormenta.
Cuando ellos lo vieron caminando sobre el mar, pensaron que era un
fantasma y gritaron. Jesús le
dice: “Tened animo, yo soy, no temáis!”. Subió a la barca inmediatamente y el viento
se calmo.
HOY
TE DIGO que si estas atravesando un fuerte viento o una tormenta en tu vida que
amenaza con hundir tu barca, no temas.
Ten animo! Dios te está viendo,
sabe cómo te sientes e inmediatamente caminará hacia ti y todo se calmará. Es inevitable que a tu vida lleguen
situaciones que te estremezcan y te asusten.
Pero deja entrar a Dios en tu barca y permítele que la estabilice. No hay viento contrario que resista su
presencia. En tu momento de mayor desesperación,
Dios llegara a tu vida a calmar los vientos y será grande tu asombro cuando
veas tu tormenta desvanecerse. “Tened
animo, no temas!”. Dios está a punto de
subirse a tu barca y calmar tu tempestad.