A
veces nos preguntamos porque nos suceden algunas cosas malas. Mientras todo está bien, gozas, disfrutas,
bailas y te diviertes y no te acuerdas de agradecer a Dios que te ha permitido
gozar de esos buenos momentos. “Dios
sabe que lo amo” ese es tu pensamiento. Pero
cuando llega a ti el momento duro, la situación difícil, la dura prueba, gritas
y exiges que Dios intervenga. Lo usas
para salir del momento difícil y luego vuelves a olvidarte de El. A veces Dios permite que lleguen estos días duros
para que vuelvas y te acerques a El, para que lo reconozcas y lo incluyas en tu
vida. Lo tienes para tus malos momentos,
pero en los buenos no le agradeces ni lo tienes presente.

No hay comentarios:
Publicar un comentario