lunes, 30 de abril de 2012

LA TREGEDIA ME VISITO


A veces llevamos una vida normal, tranquila, quizás aburrida, rutinaria y en completa calma.  Nos quejamos de la vida, porque no suceden cosas grandes, porque estamos cansados de lo mismo o porque no tenemos grandes aspiraciones, metas o sueños.   En medio de todas esas quejas no hay nada que lamentar.  Pero un día la tragedia nos visita.  Un familiar es asesinado, un accidente fatal, una enfermedad diagnosticada, un desenlace inesperado.  Silenciosamente y sin esperarlo la tragedia nos arrincona y nos inmoviliza y nos pone de frente ante un terrible dolor.  Qué hacer cuando humanamente nos sentimos paralizados, destrozados, sin esperanza, sin fuerzas. Qué hacer cuando todo nuestro mundo se nos cae encima, cuando nos hundimos en el dolor, cuando nada parece darnos consuelo.  No hay palabra que nos consuele, nos sentimos solos entre tanta gente, el alma desgarrada y solo las lagrimas son la fuente que nos sostiene.  No todo está perdido.  En 2 Tesalonicenses 3:5 dice: “Deseamos que el Señor Jesús los ayude a amar a los demás, así como Dios ama a todos, y que les dé su fortaleza para resistir en medio del sufrimiento”.  Dios es nuestra fortaleza en tiempos difíciles, te ayudara a resistir en medio del sufrimiento.  Cuando la tragedia te visite, tienes una alternativa: Clama a Dios por fortaleza.  Solo no vas a poder sobrellevar todo ese dolor. Necesitas la intervención divina para que alivie tu causa.

HOY TE DIGO que si has sido visitado sorpresivamente por la tragedia, tu mundo se puso al revés, tu dolor es insoportable, tus fuerzas te han abandonado, tienes a Dios que está dispuesto a ayudarte en medio de tu sufrimiento.  Descansa en El y renueva tus fuerzas en el Dios de tu fortaleza.  No puedes cambiar la tragedia,, pero si tomar una nueva actitud y escoger un buen compañero de camino.  Deja que Dios te acompañe en tu dolor, que te de nuevas fuerzas, que te ayude a pasar el momento amargo.  Al final de todo este camino sabrás que hay alguien que nunca te abandona:  Dios.

No hay comentarios: