domingo, 23 de septiembre de 2012

DIOS SE ARREPINTIO!


Alguna vez has decidido castigar a tu hijo, pero cuando lo observas y ves que está arrepentido de su mal comportamiento  tú te arrepientes de castigarlo.  No importa cuál fue su travesura, tan pronto le adviertes del castigo que puede recibir, se arregla repentinamente.  Eso sucedió con la Ciudad de Nínive.  Dios envió a Jonás a advertirle del castigo que recibirían porque su maldad y su mal comportamiento había llegado delante de Dios.  La ciudad era muy grande pero cuando fueron advertidos reconocieron que estaban mal, enderezaron sus caminos y se sometieron a la misericordia de Dios.  “Y se arrepintió Dios del mal que  había dicho que les haría, y no lo hizo (Jonás 3:10).

HOY TE DIGO que la misericordia de Dios es tan grande que se arrepiente del castigo que nos merecemos y siempre nos da inmerecidas oportunidades de cambio.  Según lo hizo con esta ciudad, lo hace con nosotros también.  Si tú te arrepientes de tu mal camino, Dios se arrepiente de castigarte.  Dios sabe la ignorancia del hombre, la insensatez, las torpezas que cometemos y sabe que en ocasiones no nos detenemos a analizar entre lo bueno y lo malo, y termina recordando lo imperfectos que somos.  Aunque a veces no nos merecemos tanto amor, El está dispuesto a amarnos tanto que perdona cada una de nuestras equivocaciones.  Si nos arrepentimos del mal comportamiento, Dios también se arrepiente de castigarnos.  

No hay comentarios: