domingo, 23 de septiembre de 2012

LA DICHA DEL PERDON


El perdón es un estado de paz continuo. Los remordimientos nos inquietan y no nos dejan en paz.  La conciencia nos acusa porque hemos actuado mal.  Cuando confesamos a Dios nuestros pecados y nos arrepentimos, Dios borra nuestros pecados y rebeldías.  Mientras no confiesas tus pecados, lo ocultas y los guardas dentro de ti esto te consume y te drena todas tus fuerzas.  Pero la confesión de pecado te entrega alas a tu alma para que puedas ser libre.  Dios nos instruye, nos enseña cómo debemos portarnos, nos da buenos consejos y cuida de nosotros.  Los animales son tercos,  no aprenden y mucho menos tienen control de sus sentimientos.  Pero Dios nos hizo diferentes a ellos.  Nos dio el razonamiento que nos diferencia de ellos, para que aprendamos a amar, pero también a perdonar.  Jehová se alegra cuando ve en ti un hombre genuino.  Dice en Salmos 32:2; “Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño.

HOY TE DIGO que si quieres experimentar una sensación continua de paz en tu vida otorga el perdón a los demás.  Si Dios en su grandeza y misericordia nos otorga su perdón y olvida todas nuestras ofensas, nosotros también debemos perdonar a los demás.  Dale alas a tu corazón otorgando el perdón y olvidando de una vez a todo aquel que te ofendió o te falló.  El perdón a quien siempre beneficia es a ti.

No hay comentarios: