A
veces nos preguntamos porque nos suceden algunas cosas malas. Mientras todo está bien, gozas, disfrutas,
bailas y te diviertes y no te acuerdas de agradecer a Dios que te ha permitido
gozar de esos buenos momentos. “Dios
sabe que lo amo” ese es tu pensamiento. Pero
cuando llega a ti el momento duro, la situación difícil, la dura prueba, gritas
y exiges que Dios intervenga. Lo usas
para salir del momento difícil y luego vuelves a olvidarte de El. A veces Dios permite que lleguen estos días duros
para que vuelvas y te acerques a El, para que lo reconozcas y lo incluyas en tu
vida. Lo tienes para tus malos momentos,
pero en los buenos no le agradeces ni lo tienes presente.
HOY
TE DIGO que Dios ha prometido estar contigo hasta el fin del mundo, día a día,
en todo momento (Mateo 285:20). Tú eres
el que te alejas y en tu peor momento vuelves a El. Inclúyelo en tu vida en las buenas y en las
malas. Los momentos malos siempre
llegaran, pero procura que no te cojan alejado de Dios pues serán aun mas difíciles. Si tu sabes que puedes contar con el siempre,
hazlo parte de tu día a día.
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