Hay
momentos determinantes en que tenemos que romper las reglas. Siempre se nos ha enseñado que las reglas se
tienen que cumplir según están establecidas.
La desesperación o la necesidad en ocasiones nos hacen romper las
reglas. En la antigüedad existía un
protocolo o reglas establecidas para ceremonias oficiales. Nadie podía presentarse
en el salón del Rey sin antes anunciarse y el que así lo hiciera debía morir. En Ester 5 está el ejemplo de cuando la Reina
Ester intentó hablar con el Rey Asuero y entro sin antes ser anunciada y por
poco le cuesta la vida. La necesidad la
llevó a cometer un acto de desesperación y se corrió el riesgo. El Rey le otorgó el cetro que era el símbolo que
le permitía estar allí y le salvó la vida.
El protocolo se rompió, pero el amor del Rey por ella era tan grande,
que escuchó su petición y ella salió airosa de la situación.
HOY
TE DIGO que a veces tenemos que romper el protocolo y presentarnos ante el Rey
sin formalidades. Ve a su presencia sin
muchas reglas y con un corazón humilde. Olvídate
de hacer una oración rebuscada y muy elocuente y preséntate a su presencia tal
cual eres. Irrumpe y entra desesperado a
su presencia. Tu rey te extenderá el
cetro y tu petición será contestada y concedida por El. Rompe el protocolo y entra en su presencia
hoy.
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