A
veces no le damos importancia a las pequeñas cosas, porque hemos vencido
grandes dificultades. Nos confiamos y
nos jactamos de nuestros triunfos, bajamos la defensa en las pequeñas cosas y
minimizamos el peligro que puedan tener.
Te voy a contar la historia de un hombre que se enfrentó a todo tipo de
animales y los venció. Murió atacado por
uno pequeñito. Era un conocido
ecologista con un programa de televisión muy famoso. Acostumbraba a domar animales, especialmente a
los cocodrilos. Tenía que ser muy
valiente para hacer este tipo de actividad. Un cocodrilo puede medir seis pies
y pesar más de dos mil libras y suelen ser agresivos. Permanecen bajo el agua por horas debido a su
capacidad pulmonar y bajo consumo de oxigeno, y cuando alguien se acerca a
tomar agua se aprovechan de la víctima. Este
hombre acostumbraba a domar este tipo de animal grande y agresivo. Pero un día en el mar, fue atacado por una “raya”
que le lanzo un aguijón venenoso en forma de anzuelo al corazón y murió.
HOY
TE DIGO que tengas cuidado al coquetear con
el peligro. A veces logras vencer
grandes problemas, situaciones u obstáculos, pero son las pequeñas situaciones
las que te vencen. Lo tomas a poco,
crees que las puedes controlar o vencer, te confías demasiado y te jactas de
haber vencido grandes dificultades y esas son las que te vencen. En Cantares 2:15 te dice: “Cazadnos las
zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas”. Analiza qué situación hay en tu vida que
crees que la puedes vencer y puede terminar contigo. Reconócela, que aunque es pequeña la tienes
que atacar como una grande, antes que te venza y destruya todo lo que has
logrado hasta hoy.
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