ESPERANDO LO QUE NO HACE FALTA

A veces somos muy inconformes en la vida.  Podemos tener mil cosas necesarias, pero siempre estamos esperando lo que no hace falta.  Mucha gente vive esperando pegarse en la lotería, otros encontrar la pareja perfecta, otros buscando un trabajo mejor, un mejor vecindario, un mejor amigo.  No es que aspirar a cosas mejores este mal.  Es que gastamos muchas energías pensando y esperando por cosas de las cuales podemos prescindir.  Si hasta ahora has podido vivir sin ellas es que no son tan necesarias.  Hay cosas realmente importantes que debemos cuidar.  Una de ellas es la salud, cuida tus hábitos alimenticios y los vicios que perjudican tu salud.  Cultiva una buena relación de pareja si la tienes, porque un descuido puede ser fatal y te estarías lamentando siempre.  Cuida tus amigos, los que siempre están ahí para ti, en tus crisis y en tus momentos de necesidad.  Cuida tu tiempo, no lo desperdicies en cosas vanas, porque al fin y al cabo nunca regresa.  Un día nos toca partir de este mundo y no podemos llevarnos nada.  Pero sí le podemos dejar un buen legado a los que se quedan, un buen recuerdo y una buena enseñanza de vida.

HOY TE DIGO que estamos temporeramente en este mundo.  Disfruta lo que Dios te ha dado, comparte y vive con los seres amados y agradece a Dios que te suple todo lo que te falta.  Pero no sigas esperando e insistiendo por lo que no hace tanta falta para vivir.  El dinero se acaba, las propiedades se pierden, los amigos te abandonan, la salud se quebranta, el tiempo se acaba.  Lo que de verdad nos hace falta es amor, perdón, respeto, tolerancia, compasión, y vivir una vida agradable a Dios.  Esperando lo que no te hace falta, estas descuidando las cosas buenas que Dios te dio y que son las que necesitas para ser feliz.  “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”  Filipenses 4:19.