TRES HOMBRES, UNA HISTORIA

Una historia muy conocida en la biblia que me fascina es la de David y Jonatán.  Ellos son mejores amigos, pero suceden cosas que ponen a prueba su amistad.  En momentos difíciles salen a flote los verdaderos sentimientos y sabemos el calibre de las personas.  David, joven sencillo, conforme al corazón de dios, fue ungido y posteriormente engrandecido.  Llegó a ser Rey.  Jonatán, hijo del rey y heredero del reino, pero supo ceder su posición al ungido de Dios.  Saúl, Rey que tuvo envidia del joven David y quería matarlo para que no le robara su fama.  Cual serias tu?  Eres el Rey Saúl, que era ungido de Dios pero hacia cosas malas, y se alejaba de Dios.  Cuando ve que Dios bendice, unge y usa a otro, se molestó, trató de matarlo, lo persiguió y quería destruirlo.  Eres como David?  Su corazón era conforme al de Dios, y aunque cometió errores, se arrepentía, se sometía a Dios y todo lo que hacía prosperaba.  En ocasiones era la envidia de los demás porque el mismo Dios lo engrandecía siempre.  Eres como Jonatán?  Sabes que terrenalmente te toca heredar el reino, pero reconoces el ungido de Dios y le cedes tu lugar, lo cuidas, lo respaldas, lo defiendes y de esa manera ayudas a cumplir los deseos de Dios en tus amigos (1 Samuel 20).

HOY TE DIGO que estos tres hombres tienen roles diferentes en esta historia.  Cual quieres ser tu?  Dos hombres ungidos por Dios.  El Rey actual y el futuro rey.  Uno es conforme al corazón de Dios; el otro lo corroe la envidia.  Jonatán me llama la atención porque siendo el heredero del reino, sabe reconocer la voz de Dios, cede su lugar para que el propósito de Dios se cumpla.   Demuestra ser un gran amigo, se enfrenta hasta a su padre para defender el ungido de Dios, y le entrega todo lo que representaba su futuro reino, y lo pone a la disposición del que Dios escogió: David.  Necesitamos amigos como Jonatán que nos ayude a cumplir el destino de dios en nuestras vidas.