TU PASADO TE PERSIGUE

Hay eventos en nuestra vida que quisiéramos dejar atrás, olvidar e imaginar que nunca sucedieron.  Pero a pesar de intentarlo, siempre viene gente a recordarte tu pasado.  Si cometiste un error, si hiciste cosas de las cuales no te sientes orgulloso, si llevaste una vida de la cual te quieres olvidar; la gente se empeña en traerte a la memoria lo que estas decidido a echar a un lado.  Solamente deseas olvidar lo que fuiste, y concentrarte en lo que serás.  Muchas veces nuestros actos nos marcan de por vida, y lamentablemente la gente recuerda lo negativo de ti.  Pero si tu pasado te persigue, es el momento indicado de informarles a todos los que se empeñan en recordártelo, que ya Dios perdonó tus pecados.  Que si le preguntas a Dios cual fue la última vez que le pediste perdón por algo y El te contestara que no se acuerda.  Si el único que te puede mencionar tu pasado es Dios y no lo hace, no le permitas a nadie que te recuerde lo que ya tú y Dios olvidaron.  Dios sabe lo que serás.  Todos se sorprenderán cuando a pesar de todo lo que ellos te señalan, Dios te quiere usar.  Aunque no estés capacitado, ni preparado, que no seas el mejor,  pero Dios te escogió a ti.  Sabes por qué? Porque El borro tu pasado y lo olvido.  Porque de una persona llena de defectos, de errores o de pecado, Dios quiere hacer algo grande y que todos puedan observar su amor y su perdón.

HOY TE DIGO que aunque tu pasado te persigue, tu Dios te perdona.  Aunque algunos te recuerden tus errores, ya Dios los borró de su memoria.  Aunque algunos no te crean merecedor de lo que Dios hará en tu vida, ya Dios decidió hacer algo grande en ti y la opinión de nadie lo hará cambiar de parecer.  Tú y yo nos creemos con derecho a opinar, a juzgar o a criticar la vida de los demás, pero El Dios perfecto, decidió perdonar y olvidar cualquier error de tu pasado.  En 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados”.  Ya tu pasado no te perseguirá mas, porque tu Dios te ha perdonado y tú tienes la facultad y el derecho de pedirle a todos que no te recuerden lo que tú y Dios borraron de tu vida.