José
fue un joven que a los 17 años le tocó vivir experiencias terribles en su
vida. Era el hijo favorito de su padre
porque lo tuvo en la vejez y con la mujer que amaba. Le regaló una túnica de colores, lo cual
representaba una distinción especial. Eso
provoco celos con sus hermanos que lo envidiaban y querían matarlo. Un día lo echaron en una cisterna pero estaba
vacía. De ahí en adelante su vida
cambio. Meditaba dentro de la cisterna
sobre el gran amor de su padre el cual extrañaba tanto, sobre la envidia de sus
hermanos que provoco todo ese momento de dolor.
Después lo venden como esclavo. Pero ya Dios tenía un plan para
bendecirlo a través de todas estas dificultades. Nada de lo que sus enemigos intentaron contra
él podría derrotarlo. No fue fácil su
vida. Trabajó como esclavo con el capitán
de la guardia del Rey y dios lo ayudaba en todo y prosperaba. Después llegó a
trabajar al palacio y allí la mujer del capitán lo acuso falsamente y lo
metieron preso. Nada de eso impidió que
el propósito de Dios se cumpliera. Después
de todo ese proceso llego a ser el gobernador de Egipto y ayudo a los que le
hicieron daño. En el peor momento de la
vida de los hermanos de José los bendijo con comida y provisiones para ellos. Había
hambre y escases en su tierra y José fue el que los trajo a su tierra donde había
abundancia (Génesis 37).
HOY
TE DIGO que no importa la situación que estés viviendo hoy, aunque parezca que
es tu final, ya Dios tiene un plan trazado para ti. A este joven lo echaron en una cisterna, lo
vendieron como esclavo y lo metieron a la cárcel injustamente, pero de todo salió
airoso. Cuando Dios tiene escrita tu
historia, a pesar de que intenten cambiar los acontecimientos, el resultado será
un final de victoria para tu vida. Esto es
solamente para el que lo crea y confié en Dios.
Dios nos permite pasar por procesos, en ocasiones bien difíciles, pero
al final muestra su gloria y todos los beneficios son tuyos. Si te echaron en una cisterna, pasa el
proceso y espera el plan de Dios para ti.