Triste
son los días en que lo perdemos todo. Lloramos
desconsolados y no sabemos qué hacer. Después
de llorar hasta ya no tener más fuerzas, clamamos a Dios nos ayude a salir de
la situación. David tuvo días así. En 1 Samuel 30 nos cuenta la historia cuando
los enemigos de David llegaron un día a su tierra y le robaron todo, incluso a sus mujeres e
hijos. Cuando David llega y se encuentra
la escena de una ciudad quemada y desolada, no paraba de llorar. Todos estaban angustiados y amargados, pero
David se fortaleció en Jehová y consulto a su Dios, el cual le dio órdenes de
ir y recuperar todo lo que era suyo. Y así
lo hizo. Se fue y en el camino encontró un
hombre, el cual después de ellos ayudarlo, lo llevo a donde estaban sus
enemigos y sus pertenencias. Se enfrentaron
a ellos, los vencieron y todo lo recuperó David. Regreso a su tierra y todos decían: Este es
el botín de David.
HOY
TE DIGO que probablemente estés viviendo uno de esos días malos, en que lo has
perdido todo. Te sientes derrotado, sin
fuerzas y has llorado hasta más no poder.
Ve a tu Dios y pídele fuerzas para enfrentarte a tu enemigo. Dios te asegura y te da la orden de ir a
recuperar todo lo que has perdido. Todo
es todo. Pondrá gente en tu camino que
te llevara a tu destino. Nadie se
quedara con nada tuyo, ni con tus pertenencias, ni con tus cosas, ni con tus sueños. Regresaras con tu botín. Dios te dice que hoy recuperas todo lo que el
enemigo te quito.
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