En ocasiones Dios nos llama para hacer un trabajo, una misión, un ministerio y lo ponemos en duda. De mas está decir que si El nos llama para algo también nos capacitará para llevarlo a cabo. Pero nosotros no nos creemos capaz de realizar la obra para la cual nos llamó. Ya El ha visto el futuro, y sabe que lo podemos hacer. Humanos al fin, dudamos hasta de nosotros mismos. La biblia habla de Gedeón, el cual era un "varón esforzado y valiente". Era un total desconocido y Dios lo llamó para liberar al pueblo de Israel, que llevaba años en la esclavitud, se habían alejado de Dios y adoraban a otros dioses. Estaban pasando hambre y necesidades, porque se alejaron de Dios, cuando la cosa se puso mala, clamaron a Dios (Igual que hacemos nosotros a veces). Ya Dios los había ayudado en Egipto, los sacó de la servidumbre, pero cuando estaba todo bien, se olvidaban de Dios, y le seguian la corriente a los que estaban a su alrededor y adoraban a sus dioses. Gedeón le pregunta a Dios que si El está con ellos, porqué le ha sobrevenido todo ese mal. Y El le contestó que se habían alejado de El, pero que lo iba a enviar a el, para liberar al pueblo. No podía creerlo pues era pobre, el menor de la familia y un total desconocido en un pueblo tan grande. y Jehová le contestó: "Ciertamente yo estaré contigo". Todavía medio incrédilo le pidió unas señales para confirmar la palabra dada. Dios se las concedió todas. Una de ellas fue la del vellón de lana (tela absorbente paracida a la balleta) le pidió: "yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho". Y al otro dia así fue. y le volvió a insistir, en otras palabras, no te enojas conmigo si te pido otra señal. Dios se lo concedió y esta vez le pidió que fuera al revés: "Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra" y así fue concedido. Le confirmó hasta que lo convenció de que El lo estaba enviando, que lo iba a respaldar y que lo iba a lograr. La historia nos confirma que efectivamente así sucedió y libertó al pueblo de Israel. Cuando Dios nos llama para un trabajo es porque sabe el potencial que tenemos para lograrlo, aún cuando nosotros mismos lo ignoramos. El nos capactita y nos respalda, y nos da la victoria segura. No nos menospreciemos. Dios hasta nos convence para demostrarnos que El cree en nosotros, que El nos hace que logremos el propósito en nosotros.

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