sábado, 10 de septiembre de 2011

EL MOVIMIENTO DEL AGUA


Le voy a contar una historia de un paralítico que se paraba en un estanque llamado Betesda. El esperaba el movimiento del agua porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, agitaba el agua y el primero que descendía al agua quedaba sano de cualquier enfermedad.  En ese sitio había una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos pendientes al movimiento del agua.  El hombre llevaba 38 años enfermo.  El problema del hombre era que no tenia quien lo metiera en el agua, porque entre tanta gente alguien llegaba primero que él.  El veía cuando el agua se agitaba, pero por su condición siempre alguien se le adelantaba.  Jesús lo ve acostado, sabe que llevaba mucho tiempo allí, le pregunta: Quieres ser sano?  Y él le respondió que no tenía a nadie que lo metiera en el agua cuando esta se agitaba.  Entonces Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.  Y al instante fue sanado.  Se levanto y  pudo andar (Juan 5).  Hay varios puntos para analizar.  El paralitico creía que solo había una manera para sanarse, que era metiéndose al agua cuando se agitaba.  Esto ocurría de vez en cuando, por lo que se complicaba la situación para el.  Llevaba muchos años esperando, pero mantenía la esperanza de encontrar a alguien que lo metiera en el agua.  Si todos estaban enfermos, no iban a meterlo a él primero.  Se mantuvo durante tanto tiempo esperando, hasta que alguien se le acerca.  La espera valió la pena.  Esta persona le ofrece otro método para sanar.  Un desconocido le ordena que se levante y camine. Sin pensarlo dos veces obedeció.  Al instante pudo caminar.  Aunque no conocía al hombre que le hablo, su necesidad era tan grande que obedeció y actuó en fe, por eso fue sanado. 
 
HOY TE DIGO que quizás estas creyendo que solo hay una forma de resolver tu situación y llevas años esperando que se agite el agua para encontrar la solución.  Al igual que tu hay muchas personas esperando lo mismo, y se anticipan y siempre lo logran antes que tu.  Tienes un gran impedimento que no te permite llegar primero.  Aunque ves el movimiento del agua nunca llegas a tiempo.  Estas acostado esperando que algún día lo puedas lograr.  Pues te tengo una buena noticia.  Pronto un hombre se te aparecerá y te preguntara si quieres ayuda. Si aceptas esa ayuda, aunque no lo conozcas, y actúas por fe, recibirás lo que tanto estas esperando.  No en el movimiento del agua, sino una ayuda personaliza.  Dios sabe que no te puedes mover.  Y enviara a alguien para ayudarte.  Yo declaro que pronto gente que no conoces vendrá no a poner  el agua en movimiento y a lanzarte, sino a levantarte del sitio donde te encuentras esperando tu milagro.




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