Hoy recordaba esos amigos inseparables de mi adolescencia. En la escuela donde estudié, los momentos felices que por el tiempo transcurrido vagamente recuerdo. Tan solo sé que en esos momentos pensé que la amistad era eterna. El sitio donde nos reuníamos y relajábamos era tan especial, que aunque a veces paso mil veces por allí, en ocasiones me da nostalgia y recuerdo claramente cada momento vivido. Cuestión de decisiones, cada cual tomo su rumbo, y no volvimos a vernos. Un día te tropiezas con alguien y recuerdan juntos algunos sucesos, pero de vuelta a la realidad cada cual sigue su camino. Ya no son necesarios en tu diario vivir, ya no están incluidos en tu presente. Son solamente un golpe del pasado, que te hizo recordar por un breve momento, pero tienes que continuar en tu presente. Pero hay un amigo que tuvo un encuentro tan especial conmigo, que no solo es parte de mi pasado, sino también de mi presente y lo será en el futuro. El lugar de nuestro encuentro es en la cruz. Cuando un día por mis errores y pecados, mereciéndome un castigo por eso, El tomo mi lugar. No permitió que fuera de ninguna manera castigado y sufrió el castigo por mí. Nadie en todos mis días ha sido capaz de sacrificar su vida por mí. Nadie me da dado un gesto de amor tan genuino. Nadie ha sido tan incondicional ni tan defensor de mis errores. Allí empezó nuestra amistad: el día que El decidió pagar un precio muy alto por mis pecados y con eso demostrarme que había restauración para mi vida, que había perdón por mis pecados, que había tiempo de enmendar mis errores y enderezar mi camino. Ese día empezó mi felicidad. El dio que reconocí que hay oportunidad siempre para cambiar lo que está mal y que a los pies de mi gran amigo, colgado en la cruz, yo recibí beneficio para mi vida. .
HOY TE DIGO que tendrás muchos amigos, unos se van y otros se quedan. Unos son sinceros y otros te fallaran. Unos estarán contigo en todo momento, pero otros te abandonaran. Y a través de los años que te toque vivir tendrás que reconocer que hay uno que se queda permanente. Que esta a tu lado en lo bueno y en lo malo. Que te ama incondicionalmente, aun cuando tú le hayas fallado. Que toma tu lugar de castigo, y te protege y te cuida, porque quiere verte feliz. El día que reconozcas el valor y el lugar de ese gran amigo en tu vida, el día que te transportes al lugar donde empezó esa gran amistad, el día que valorices el sacrificio de la cruz, ese día lo reconocerás en tu vida y no vas a querer que se aleje de ti un solo instante.
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