sábado, 13 de agosto de 2011

BENDICIONES QUE CAMINAN


A nuestras vidas a veces llegan bendiciones que caminan.  Yo uso ese término para referirme a esos niños  que llegan a tu vida inesperadamente, por accidente, sin ser planeado o deseado.  Un embarazo que sorprende a toda la familia y amigos y de repente tu nombre esta de boca en boca.  Sientes la presión, la crítica, el abandono de tu familia, la condenación y el juicio sobre ti.  La gente cree que has cometido el peor error de tu vida y te hacen sentir tan mal que hasta puedes pensar que tienen razón, y esto nublar tu buen juicio.  Pasan nueve meses y lo que parecía un gran error empieza a convertirse en tu mayor bendición.  De repente esa bendición empieza a balbucear, a ponerse gracioso, a sonreír a dar abrazo y besos, y un día empieza a caminar.  Ilumina tu vida, llena tu casa de alboroto, de juguetes, perretas, paquetes, botellas y pañales.  Pero lo que para muchos fue tu peor error, empieza a convertirse en bendiciones que caminan.  Yo viví esa experiencia.  Fui bendecida de manera inesperada y ahora soy una orgullosa madre de una jovencita que este año se gradúa de escuela superior.  Recientemente a mi casa llego otra bendición que camina: mi sobrino Yeraik.  No solo camina, brinca y salta y esta todo el día alegrando y bendiciendo mi casa.  Lo que para algunos fue un error, la familia lo llamamos bendición.  

HOY TE DIGO que si a tu vida ha llegado una bendición que camina, no te preocupes por lo que dirá la gente.  Empieza a disfrutar esa bendición que por algún motivo, razón o circunstancia llego a tu hogar.  Eres bendecido.  Fue una entrega especial, un regalo sorpresa, que aunque ahora no lo sepas según crezca te darás cuenta de la razón por la que Dios te envió esa bendición especial.  En numero 23:20 dice: “He aquí, he recibido orden de bendecir; Él dio bendición, y no podré revocarla”.  Dios ordeno bendecirte, te dio una bendición que no puedes devolver.  Pero lo que no entiendes hoy lo entenderás mañana y sabrás que esa pequeña vida que hoy revolotea por tu casa es una bendición que camina.  

No hay comentarios: