miércoles, 11 de enero de 2012

EL SILENCIO


Es en el silencio que escucho a Dios.  Necesito que cese el ruido alrededor porque quiero oír la voz de Dios.  A veces pides silencio porque quieres escuchar algo importante que te están diciendo.  Si hay mucha gente hablando, ruidos o música, no puedes entender lo que te dicen.  Así pasa cuando hablas con Dios.  Necesitas callar tu alma, tu cuerpo, tu espíritu.  En la quietud puedes oír la voz de Dios.  En el silencio, cuando todo está en calma, cuando estas cansado, agotado, cuando has sido herido, cuando ya no tienes fuerzas, cuando ya no puedes mas, ese es el momento indicado para oír a Dios.  El te dice:  Hijo, estoy atento a ti, te he visto en tu caminar, en tu necesidad, en tu desespero.  He estado allí pero no me has querido escuchar.  Cuando estás en tu peor momento es que preparas tu oído para oír la voz de Dios.
 
HOY TE DIGO que Dios permite el silencio, para que oigas su voz.  En la necesidad, en el dolor, en el desespero es que pides a todos que guarden silencio que necesitas palabra y voz de dios.  A veces hasta que nos estamos completamente quebrados no estamos dispuestos a acercarnos a Dios que nos dice:  Hijo mío, siempre he estado a tu lado, tuve que permitir que pasaran ciertas cosas en tu vida, quizás desagradables, para que te acercaras a mí. Pero por favor, has silencio, te quiero hablar.

No hay comentarios: