Leyendo la historia de Daniel y como fue de bendición para un pueblo, simplemente por un edicto del Rey. Un día el Rey decidió buscar jóvenes para prepararlos y que trabajasen para él en su palacio. Entre ellos estaba Daniel y otros tres jóvenes, los cuales fueron escogidos. Eran jóvenes dedicados a Dios, cuyo testimonio fue de bendición para que un pueblo conociera a Dios y decidiera adorarle. Tomó decisiones que le pudieron costar su trabajo, su integridad y su vida, pero se mantuvo firme y puso a Dios primero que todo. Decidió no adorar otros dioses, lo cual le pudo costar su trabajo. Se propuso no contaminarse con la comida del rey, lo cual puso a prueba su integridad. Por su fe fue lanzado a un horno de fuego calentado siete más de lo acostumbrado, lo cual le pudo costar la vida. Se mantuvo integro ante los ojos de Dios y fue librado y puesto en alto por el Dios que el adoraba. Salió ileso de todas estas pruebas (Daniel 1). De esa manera el edicto de su bendición se cumplió.

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