jueves, 5 de enero de 2012

UN EDICTO DE BENDICION


Leyendo la historia de Daniel y como fue de bendición para un pueblo, simplemente por un edicto del Rey.  Un día el Rey decidió buscar jóvenes para prepararlos y que trabajasen para él en su palacio.  Entre ellos estaba Daniel y otros tres jóvenes, los cuales fueron escogidos.  Eran jóvenes dedicados a Dios, cuyo testimonio fue de bendición para que un pueblo conociera a Dios y decidiera adorarle.  Tomó decisiones que le pudieron costar su trabajo, su integridad y su vida, pero se mantuvo firme y puso a Dios primero que todo.  Decidió no adorar otros dioses, lo cual le pudo costar su trabajo.  Se propuso no contaminarse con la comida del rey, lo cual puso a prueba su integridad.  Por su fe fue lanzado a un horno de fuego calentado siete más de lo acostumbrado, lo cual le pudo costar la vida.  Se mantuvo integro ante los ojos de Dios y fue librado y puesto en alto por el Dios que el adoraba.  Salió ileso de todas estas pruebas (Daniel 1).  De esa manera el edicto de su bendición se cumplió.

HOY TE DIGO que hay un edicto de bendición para tu vida.  Has sido seleccionado para ocupar un lugar de prestigio que Dios ha designado para ti.  Ese edicto ha sido decretado para bendecirte, para engrandecerte y para prosperarte.  Quizás tengas que pasar alguna prueba que sacara a flote tu carácter y tu integridad.  Si depositas tu fe en el que te coloco allí, y lo adoras sobre todas las cosas, serás reconocido y elevado al lugar de gloria donde Dios quiere posicionarte.  El edicto de bendición ya esta decretado para ti.  En poco tiempo serás seleccionado y colocado en tu lugar de bendición.  Asegúrate de poner a tu Dios sobre todas las cosas y te aseguro que te irá bien.  Tu testimonio bendecirá a un pueblo completo y así cumplirás el propósito por el que Dios ordeno este edicto.

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