En ocasiones nos preguntamos si Dios está con nosotros. Vivimos terribles momentos, no vemos solución, tratamos de salir airosos y nada resulta bien. Humanos al fin, viene la pregunta a nuestra mente. Está Dios conmigo? Es una ocasión el pueblo de Israel estaba en el desierto y se moría de sed. El pueblo estaba molesto y murmuraba. Peleaban con Moisés y le exigían agua. El pueblo empezó a preguntarse si Jehová estaba con ellos o no. Le decían a Moisés que para que los sacó de Egipto para ahora morirse de sed. Oró Moisés a Jehová antes de que el pueblo le apedreara de tan molestos que estaban y Dios le dijo que buscara algunos ancianos y la vara con la que dividió el mar, y fuera a la peña de Horeb. Que cuando golpeara la peña, saldría agua y bebería todo el pueblo. Moisés así lo hizo, y tenia de testigos a los ancianos que fueron con el, que broto agua y todo el pueblo sacio la sed (Éxodo 17).

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