Les contaré una historia de cinco hermanas que al morir su padre se quedaron sin casa. La ley en tiempos antiguos establecía que solamente los varones podían heredar. Iban a repartir las tierras e hicieron una lista, pero por ser mujeres no podían reclamar sus tierras. Ellas deciden ir donde Moisés y decirle que tenían derecho también a vivir allí, porque aunque su padre no tuvo varones, ellas eran de su descendencia y quedaban solas. Moisés decide consultar con Dios, y el contesta: “Las hijas de Selofhad tienen razón. Dales el terreno que era de su padre” (Números 27:7). Y desde entonces cambiaron la ley y ordenaron que todo el que no tuviera varones, las hijas podían heredar sus propiedades. Estas mujeres provocaron cambios en beneficio de ellas y de todas las mujeres. Fueron mujeres valientes, que se atrevieron a reclamar sus derechos, y su exigencia y determinación provocaron que Dios hiciera justicia con ellas y los cambios fueron a su favor. Eso Dios espera de nosotras, que nos enfrentemos a lo injusto y defendamos nuestros derechos y serán muchos los beneficios que recibiremos. Dios es justo en sus cosas, pero depende de ti que provoques un reclamo para que El obre a tu favor.
HOY TE DIGO que Dios necesita mujeres valientes que se atrevan pararse de frente ante lo que consideran injusto, que reclamen sus derechos, que alcen su voz de protesta, que se dejen sentir. Dios oirá tus reclamos, te hará justicia, el beneficio será a tu favor y todos los que tengan tu misma causa saldrán bendecidos también. Lleva tu situación ante tu Dios que es justo, que te escucha, que obra justicia para ti y que contesta tus reclamos. Cuando veas injusticias denúnciales, protéstalas, indígnate, convoca, exprésate, pero de la manera que sea has sentir tu molestia ante situaciones que necesiten ser revisadas. Dios te contestará como le hizo a estas mujeres y dirá: Mis hijas tienen razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario