A veces somos perseguidos y oprimido por tanto tiempo que nos cuesta trabajo creer que hemos sido liberados. Dios desata cadenas, nos libera, pero seguimos sintiéndonos atados. La parte de Dios es desatarnos, pero la nuestra es sentirnos libres. El pueblo de Israel estuvo oprimido por el Faraón en Egipto por largo tiempo y se sentían atados, aun cuando Dios le hizo un plan de escape. En cierto momento los egipcios venían tras ellos y al sentirlos cerca pensaron que los iban a atrapar y se asustaron y clamaron a Jehová. Moisés le dio una palabra de ánimo y les dijo: “¡Tranquilos, no tengan miedo! Ustedes no se preocupen, que van a ver cómo nuestro Dios los va a salvar. A esos egipcios que hoy ven, no volverán a verlos nunca más, porque Dios peleará por ustedes”. Ya Dios tenía un plan perfecto: iban a cruzar el mar en seco, y cuando los egipcios trataran de cruzar, el mar se cerró y quedaron atrapados. Y así Dios libró al pueblo de Israel de sus enemigos.
HOY TE DIGO que Dios tiene un plan perfecto para tu vida y te va a liberar de tu opresión. Los egipcios son esa gente que te persigue, que te molesta, que te oprime. Pero las buenas noticias son que Dios te dice que esos egipcios que hoy ves, nunca más los veras. Se acabo la opresión en tu vida. Cruzaras el mar y esa será tu mayor victoria. No te preocupes por ellos, pues ya tienen sus días contados. Tus enemigos nunca más los veras en tu vida.
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