Les voy a hablar de dos hombres que tenían formas diferentes de orar. Uno era fariseo, y el otro publicano. Ambos subieron al templo y en Lucas 18:11 dice como oraban: "El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador". Dice que el primero oraba consigo mismo de pie, y en voz alta y mencionando los defectos de los demás y resaltando lo bueno que el era. El segundo ni alzaba los ojos, se humillaba y hablaba con Dios suplicándole. Cuál tu crees le agradaría mas a Dios. Dos grandes enseñanzas ilustradas aquí. Primero al orar no tienes que publicar ni quien eres, ni lo que haces, ni lo que te resalta. Eso no impresiona a Dios pues el sabe todas estas cosas. Mucho menos menospreciando al prójimo o juzgándolo. Segundo al orar habla con Dios, reconoce que has pecado y humillate. Solo encuentras a Dios cuando te acercas a El con un corazón sincero. El mundo está lleno de religiosos que tratan de aparentar que tienen una buena relación con Dios, y cualquier cosa insulta su religiosidad. A primera vista parecen cristianos, temerosos de Dios y hasta su vestimenta los cataloga así. Pero dale un tiempito y óyelos hablar del prójimo. Te sorprenderá escuchar como los juzgan, los condenan, llegan a conclusiones sin el mas mínimo remordimiento. Pero hay otros que quizás no los catalogas como cristianos, te hablan de Dios, te dan ánimo, te aconsejan, te ayudan, y esa es su manera de hablarte de Dios. Cristiano no es el mas que ora, o el mas que va a la iglesia, o el mas que ayuna, ofrenda o diezma. Todo eso le agrada a Dios, pero siempre y cuando ames a tu prójimo como a ti mismo, vivas en humillación a Dios, vivas reconociendo que El está por encima de todo.
HOY TE DIGO que puedes orar como fariseo o como publicano. Puedes pregonar a viva voz lo bueno que eres y lo bien que te comportas y todo lo que haces. Eso agrada mas a ti que a Dios. Pero mejor es vivir en humillación a Dios, que nadie sepa lo que ofrendas, diezmas o ayunas, pero que reflejes a Dios en tus actos, en tu corazón o en tu existencia. Ser cristiano es tratar a tu prójimo como si Dios andara a tu lado con una libretita anotándo y evaluando todos los días tu comportamiento. Al sentirte evaluado por Dios, cuidarás tus pasos, tu andar, tu conducta y tratarás de que sea aceptable ante Dios. Imagina que Dios evalúa cada palabra que dices y verás como hablas diferente. Si evalúa tu andar, tendrás cuidado donde te metes, si evalúa tu corazón tendrás cuidado con tus sentimientos, si evalúa tu vida, te conviertes en el ser humano que Dios admira. Ante ti está la decisión de ser cristiano o religioso. También decides como orar. Pero mas que nada tu decides si quieres agradar a Dios o a ti mismo. Piensa que el mundo te evalúa, ve si eres sincero y debes reflejar el amor de Dios con tu comportamiento.
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