La línea de fuego es el punto exacto donde nos enfrentamos en un combate con nuestro enemigo. Constantemente nos encontramos en esa línea, el fuego cruzado nos atemoriza, sentimos deseos de rendirnos, las fuerzas son pocas, pensamos que es nuestro fin. El fuego es muy fuerte, la batalla es difícil, estas peleando solo, y cuando crees que estas vencido, aparecen nuevas fuerzas, nueva fe, nuevas formas de levantarte y seguir en combate. El enemigo dispara a mansalva contra tu vida toda clase de ataques: problemas, enfermedades, situaciones difíciles. Cuando vences una aparece la otra, el ataque no cesa, te sientes abrumado, agotado y sin fuerzas, entonces recuerdas esta palabra: "Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino" (2 Samuel 22:33). No importa cuan fuerte sea el ataque de tu enemigo, no importa si estas en la línea de fuego cruzado, no importa si te crees vencido, derrotado, herido. Dios aparecerá a darte fuerzas y a limpiar tu camino para darte esa victoria que estas esperando. Tu estrategia es creerle, tu táctica es guiarte por la palabra de Dios que te promete una victoria aplastante contra tu enemigo. Usa tu logística para mantenerte en combate, no te quites, echa para adelante y tu enemigo retrocede. Cuando el enemigo vea que has declarado que la presencia de Dios está contigo, cuando tu Dios se aparezca como poderoso gigante, cuando tus fuerzas sean renovadas a causa de la activación de tu fe, cuando el enemigo te vea con nuevos ánimos, nuevas fuerzas... retrocede, huye y te deja en paz. Si estas en la línea de fuego, prepárate para tu victoria porque el enemigo empieza a huir.
HOY TE DIGO que si Dios ha permitido que estes en la línea de fuego, es porque sabe que eres un buen guerrero. No te ha llevado allí para que te derroten, te aplasten o te ridiculizen. Te ha llevado allí porque ese es el sitio donde lo vas a derrotar. Te ha llevado allí para demostrarte a ti que tienes el valor de enfrentarte a el enemigo en su terreno, y que allí mismo lo puedes vencer. Te ha llevado a la línea de fuego para darte la victoria en el terreno de el. Te ha llevado allí para que salgas triunfador, ganador y victorioso. Te ha llevado a la línea de fuego para que sepas y reconozcas que tu no estas solo en la batalla, que todo lo que has vivido Dios lo ha permitido para exaltarte a un lugar de triunfos y victorias donde nunca pensastes estar y mucho menos ganar. Si estas en la línea de fuego, ese es tu lugar de victoria.
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