viernes, 10 de junio de 2011

EL QUE AMA MI ALMA

En Cantares 3 narra la historia de una mujer que en la noche busca a su amado, busca en su cama desesperada.  No puede dormir, lo necesita urgentemente, lo extraña y se levanta y se va por toda la ciudad a  buscarlo.  Lo buscó en las calles, por las plazas, en los pasillos, en las cuevas, en los callejones, dondequiera.  Su ansiedad aumentaba y se desesperaba porque quería estar con el.  Se encuentra a un guardia y le pregunta: Has visto el que ama mi alma?  Un poco después lo encontró, lo abrazó, lo llevo a salvo a su casa y lo cuidó.  No quería alejarse de el por miedo a perderlo otra vez.  Imagina que se desaparece un ser querido.  Yo viví esa experiencia e hicimos de todo por encontrarla. Llamamos a las noticias,a la televisión, a la radio, regamos hojas sueltas, la buscamos en grupos, hicimos una denuncia con la policía, movimos nuestros amigos y familiares en la búsqueda.  Hasta que apareció.  La abrazamos, la cuidamos y estamos atentos para que esto no vuelva ocurrir.  Ahora imagina que Dios se aleja de tu vida, que se te pierde, que ya no tienes comunicación con El.  Cuáles cosas harías para localizarlo.  Imagina tu desesperación de necesitar a Dios y no tenerlo a tu lado, de querer estar con el, de sentirlo y que no lo encuentres.  Correrías a buscarlo porque necesitas a tu amado Dios con urgencia, estarías de rodillas clamando porque regrese, sentirías un vacío grande porque no está.  No puedes dormir, ni descansar, ni comer porque necesitas a Dios.  Tu vida no es la misma, estas sin consuelo, desesperado, angustiado, necesitado y no hay nada que tranquilice,  excepto volver a reunirte con tu amado Dios. 
 
HOY TE DIGO que no dejes que Dios se aleje de tu vida,  incluyelo en tu diario vivir, gózate su  en tu presencia, disfruta su compañía. Si no sientes a Dios a tu lado, no te vires del otro lado de la cama.  Levántate, sal corriendo por las calles, por las plazas, por las iglesias, en la gente. Pero sal a buscar al que ama tu alma. Pregúntale al guardia, al pastor, al líder a tu amigo, y dile que andas buscando al que ama a tu alma.  Que te lleve a El, que te diga como encontrarlo, que te una guía para localizarlo.   Búscalo desesperadamente, con urgencia, con necesidad.  Cuando lo encuentres demuéstrale que lo necesitas, que lo extrañas, que sin El no funcionas, que El te hace feliz.  Yo encontré al que ama mi alma, no puedo estar sin El, no quiero que se aleje de mi, necesito sentirlo y amarlo.  Decídete a encontrar al amado de tu vida, toma la decisión hoy de levantarte y buscar desesperadamente hasta encontrar al que ama tu alma. 

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