El destino es el poder sobrenatural inevitable que guía la vida humana a un fin no escogido, lo opuesto al libre albedrío o libertad. Es un plan creado por Dios, por lo que no puede ser modificado de ninguna manera. La biblia establece claramente que Dios vio desde nuestro embrión hasta cada uno de nuestros cabellos. Pero también nos dio la libertad de escoger si lo que El había escrito en nuestra historia es lo que queremos para nuestras vidas o podemos cambiarla. Cuando Dios escribió nuestro destino lo hizo porque ya conocía nuestro pasado, presente y futuro. Basado en esa información escogió todo lo que fuera de beneficio para nuestras vidas. Nosotros en desconocimiento total de nuestro futuro y con la libertad de escoger, a veces arruinamos nuestro futuro. Si nos dejáramos llevar por el plan divino no tendríamos tantos contratiempos en la vida. Nos empeñamos en hacer las cosas a nuestra manera, lo mas fácil o lo mas conveniente, y entonces caemos en situaciones y pruebas, de las que queremos salir. Inmediatamente clamamos a Dios buscando ayuda celestial para nuestra crisis, cuando nosotros mismos nos metimos en eso. Si hubiéramos seguido el plan de Dios todo iría perfecto. Dios tiene que enviar ángeles del destino a arreglar lo que dañamos y a poner las cosas en orden. Estos ángeles son los que te ayudan en momentos especiales a pasar grandes tribulaciones, a resolver conflictos, a mediar con tus enemigos, a enderezar tu camino. Y no me refiero literalmente a figuras celestiales vestidas de blanco, si no a esa persona que cuando fuistes a hacer una gestión fue mas allá de sus deberes hasta que resolviste el asunto. A esa persona que cuando te desviastes del camino correcto Dios cruzó en tu camino con una palabra de amor y te pone en alerta sobre tu mala decisión. A esa persona que cuando estas pasando momentos tristes de la nada aparece a darte ánimo. A esa palabra de fortaleza y esperanza que lees en un libro como este. A esa persona que Dios envía a tu casa a suplirte tus necesidades económicas. La biblia tiene una palabra sobre tu destino en Salmo 139:16: "Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas".
HOY TE DIGO que tu destino está en las manos de Dios. El te guiará por el camino correcto, y no importa si te desvías a la derecha o a la izquierda, vendrá su ángel del destino a enderezar tus pasos. Cualquiera que sea tu necesidad, económica, espiritual o física, Dios tiene un ángel asignado a guiarte a tu destino. Te podrás retrasar, desviar, descuidar, ignorar, descansar, resignar, pero en un momento dado el ángel aparece a cumplir su mandato para que se cumplan todas las cosas que Dios escribió en tu libro, y no faltará ni una de ellas. Si te dejas guiar por Dios tienes tu futuro asegurado. Si te desvías, Dios envía un ángel a guiarte. Pero si insistes en seguir por un camino incorrecto, respeta tu libre albeldrío y te deja que escribas tu propio destino. El día que te das cuenta que las cosas no están funcionando del modo que querías, retoma tu historia y te da las cosas maravillosas que tenía para ti. En conclusión: puedes escribir tu historia, si no te gusta el giro que está tomando, ni el final, entonces clama a Dios, que El enviará sus ángeles del destino con una orden celestial de seguir las instrucciones específicas que había escrito originalmente en tu libro con la intención de bendecirte. Y no faltará ni una de las cosas que escribió para ti.
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