Con presionar un botón y en un solo minuto cualquier edificio puede ser implosionado. Colocando miles de libras de dinamita con sus respectivos detonadores que, a su vez se conectan al detonador principal, por lo que la onda expansiva se mueve hacia adentro. Unos minutos antes de la implosión sonará una alarma para informar sobre la proximidad del evento. Se desaloja previamente todas las viviendas, oficinas y negocios dentro de un perímetro de 500 pies. El edificio se derrumba hacia adentro, quedando todos los escombros en un solo lugar. Después se remueven y se deja la superficie limpia que da lugar a una nueva construcción. La vida de nosotros a veces está tan saturada de problemas, situaciones o dificultades que nos deterioran nuestra imagen y deseamos implosionarnos. Deseamos destruir todo lo que nos afea, nos lastima, nos deteriora, y remover los escombros de nuestra existencia, y dar paso a una nueva edificación. Deseamos implosionar (desde adentro) ese pasado que nos pesa, esa herida que todavía nos duele, ese dolor que llevamos guardado, ese recuerdo que nos lastima, esa imagen que no se quiere ir, ese presente que no nos gusta, esas dudas hacia el futuro. Quisiéramos dar un borrón y cuenta nueva, empezar de cero, cambiarnos hasta el nombre, cambiar de país, hacer lo que debimos hacer y por cobardía no nos atrevimos, aceptar nuevos retos y atrevernos a todo. Deseamos implosionar el pasado, que una vez removido todos los escombros, no tengamos donde buscar ni escarbar, que el nuevo edificio sea tan lindo que ni recordemos la vieja estructura. Que todas las cosas sean nuevas, modernas, que no nos haga falta lo obsoleto. Hay un verso en la biblia que te habla en sentido figurado de una implosión. Te dice en 2 Corintios 5:17: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas". En palabras sencillas: Dios implosiona tu pasado y te da un nuevo comienzo, todo lo crea nuevo y tu vida vuelve a florecer.
HOY TE DIGO que Dios quiere implosionar tu pasado, quiere borrar todos tus errores, todos tus pecados, todo tus disgustos, equivocaciones, frustraciones, el dolor, las heridas, los traumas, todo lo que te pueda hacer lucir mal. Remueve todos esos escombros de tu vida y hace las cosas nuevas. Te da una nueva vida, un nuevo despertar, una vida ordenada, de triunfos, de glorias. El te quiere bendecir, no te quiere ver sufriendo, ni revolcándote en los escombros de tu ayer. El quiere grandes cosas para ti, cambiar tus derrotas en victorias, tus fracasos en triunfos, tu dolor en alegría. Deja que Dios implosione tu pasado, y edifique una nueva vida para ti. Todo lo que Dios tenga para ti, será de bendición, será para tu beneficio, será para llegues lejos. Deja de contemplar tu viejo edificio deteriorado y empieza a recibir la implosión, que aunque te pueda doler momentáneamente, los resultados los vas a ver toda la vida.
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