jueves, 14 de julio de 2011

LA VENGANZA ES DULCE?

Dice un viejo refrán que la venganza es dulce.  Vale la pena preguntar a las personas que han decidido vengarse de otras, si se sienten satisfechos, contentos o felices después de vengarse o si por el contrario sienten que han descendido al nivel de pobreza espiritual de la otra persona.  En muchas ocasiones nos hieren, nos insultan, nos ofenden, nos desprecian, nos traicionan, nos engañan y queremos hacerles lo mismo para que sepan como se siente. Soy de las personas que piensa que la vida se encarga de pagar a cada uno según se merece.  Personalmente he visto que no he tenido que mover un dedo, simplemente darle tiempo al tiempo para ver que las personas que me han herido o me han ocasionado algún dolor, ellas mismas han venido a contarme que le pasó peor de lo que me hicieron a mi.  Para mi la venganza mas dulce es el perdón.  Cuando sacas de tu alma y de tu corazón, todo el dolor guardado pero sin hacer daño a otros, sin cargos de conciencia, sin bajar a niveles mezquinos, entonces el perdón te libera. El perdón te beneficia: te da paz mental, te ayuda a sanar, te ayuda a olvidar.  No sigas recordando las agresiones verbales o físicas, arrastrando corajes, rencores, iras, resentimiento y odio que solo daña tu vida y la de los que te rodean, pues en ocasiones, absorven el veneno que destilas a causa de estos malos sentimientos.  Empieza a sanar tu alma.  Empieza a declarar que perdonas a todos los que de alguna manera te han lastimado.  Menciona en un acto simbólico, por nombre y apellido a la persona y la razón por la que lo perdonas.  Esta declaración un día se convertirá en una realidad. Pronuncia la palabra "te perdono".  Te perdono esposo por que me fuiste infiel o porque me abandonaste, te perdono amigo por tu traición, te perdono vecino por tus insultos, te perdono papá o mamá por los maltratos, te perdono familia por tus ofensas, te perdono fulano por las humillaciones, te perdono ex pareja por el maltrato físico o emocional, te perdono padre por olvidarte de tu hijo, te perdono, te perdono, te perdono.  Es un gran peso el que te quitas de encima cuando perdonas.  Te sientes liviano y en paz contigo.  Cuando perdonas liberas tu alma y le permites a Dios construir cosas hermosas en tu corazón.  
 
HOY TE DIGO que la venganza es amarga y deja marcas en tu alma y tu corazón.  Cuando quieres venganza destilas veneno, amargura y coraje y eso se impregna en tu vida y lo transmites a los demás, aún a los seres que amas. Prueba el perdón y sentirás como liberas tu alma, tu vida y tu corazón a niveles de tranquilidad y de paz.  El perdón te da alas para elevarte a lugares sublimes y armoniosos que jamás has experimentados.  El perdón es dulce y contagioso.  Tu decides como llevar tu vida de ahora en adelante.  La puedes vivir deseando vengarte, deseándole mal a la gente, esperando la caída de tu enemigo, esperando que le vaya mal, y destilando veneno y rencor, rociando de amargura a la gente a tu alrededor y transpirando corajes o iras.  Pero tienes otra opción.  Practicar el perdón.  Perdonando vives en paz, transmites y recibes amor, destilas tranquilidad, alegría, armonía.  Impregnas a tus seres queridos con pensamientos positivos, y estos a su vez, te transmiten sentimientos de amor, de bondad y comprensión. Tu practica el perdón y la venganza se la dejas a Dios.  En Hebreos 10: 30 Dios te dice: "Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor".

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