martes, 5 de julio de 2011

NO TE OLVIDES DE DIOS

Cuando estamos pasando momentos difíciles, en pruebas, en dificultades, en las malas rachas, en dolor y viviendo lo peor de nuestras vidas, clamamos a Dios, El viene en nuestro auxilio, nos ayuda, nos liberta, nos resuelve, y después nos olvidamos de El.  Hasta que aparece otro problema u otra situación, y nos acordamos de El nuevamente.  Cuando todo está bien en nuestras vidas, cuando tienes casa, trabajo, dinero, bienes y abundancia, se te olvida que tienes un Dios.  La gente se cree que el dinero todo lo resuelve, se vuelven orgullosos, ya no necesitan de Dios, si le sobra tiempo le sirven, y ponen a Dios en último lugar, después que Dios fue tan bondadoso con ellos.  Y que ocurre, que si le cambias el lugar a Dios, y lo pones último, El también te deja solo.  Si ya no lo necesitas, Dios busca gente que lo ame, le sirva y lo necesite.  En Deuteronomio 8:11 te dice:  "No se olviden de su Dios. Obedezcan todos sus mandamientos que en este día les doy".  Eso le dijo a Moisés y al pueblo de Israel, después de haberle dado sus mandamientos.  Pero le hace una advertencia.  "No se olviden de que Dios los sacó de Egipto, donde eran esclavos, no olviden cómo sacó agua de una roca, cuando se morían de sed y no tenían nada que beber.   No olviden tampoco que en pleno desierto les dio de comer pan del cielo" y esta es la advertencia:  "Yo les aseguro que si ustedes se olvidan de Dios, morirán".  En otras palabras, tienen que ser agradecidos.  Si Dios le ayudó cuando mas lo necesitaron, ahora que están bien, no te creas que fue por tu esfuerzo o por tus méritos que llegastes a donde estas. Si Dios puso la mirada en ti, para librarte, ayudarte, bendecirte y llevarte a tu tierra prometida, después no te olvides de El.  No lo pongas en último lugar de tu vida ahora que estas bien, que ya no lo necesitas, que te dió tantas bendiciones que ya no es necesario en tu vida.  Todo lo contrario.  Ahora es el momento de darle el primer lugar.  De adorarle y decirle a el mundo entero que estas ahí porque Dios te ayudó a llegar a ese lugar.  Que todo lo que tienes lo lograstes con su ayuda, que a Dios le plació bendecirte y darte en abundancia.  Que el primer lugar de tu vida, de tu alma, de tu corazón es para aquel que te ayudó cuando mas lo necesitastes. 

HOY TE DIGO  que hagas memoria de todas las bendiciones que Dios te ha dado.  Una casa, un carro, dinero, salud, negocio, propiedades, felicidad.  Ahora piensa que lugar ocupa Dios en tu vida.  Si no es el primer lugar, es el momento de darle a Dios su lugar.  Es hora de decir que todo lo que tienes, todo lo que eres y todo lo que serás se lo debes a El.  No te olvides de tu Dios.  El te dió muchas bendiciones aún sabiendo que te podías olvidar de El.  Aún así te bendijo y solamente espera que lo incluyas en tu vida.  Se un hombre agradecido.  De hoy en adelante andarás en su voluntad, cumpliendo sus mandamientos, y agradeciendo sus bendiciones.  Dale el primer lugar de tu vida a Dios.  Las cosas materiales, como la casa, el trabajo o el dinero, un dia lo puedes perder, pero Dios te lo puede volver a dar.  Procura no sacar a Dios de tu vida, no llamarlo cuando lo necesitas solamente, no lo utilices.  Incluyelo en tu diario vivir y que sea Dios quien dirija tus pasos cada día.  De esa manera serás bendecido siempre. 

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